La certificación como Maestra de Cráneosacral I, fue el primer compromiso externo de seguir las enseñanzas del Dr. Upledger y transmitir la técnica que él creó, de la manera más fidedigna y responsable posible. Me implicó profundizar en el conocimiento de la anatomía y la fisiología que subyacen en las técnicas que integran el «Protocolo de 10 Pasos» (que es lo que se enseña, en Terapia Cráneosacral I) pero sobre todo me llevó a profundizar en el aspecto fundamental del paradigma, que sustenta a la Terapia Cráneosacral y la relación entre el craneosacralista y su cliente: el respeto radical por la guía del médico interno que cada ser humano tiene en su interior.
Certificarme como Maestra de Terapia Cráneosacral II me lleva a un compromiso aún mayor con mi propio crecimiento como Maestra y como Craneosacralista, porque al ser yo la que enseña los primeros dos cursos, tengo la responsabilidad de transmitir de la manera mejor y más ámplia, no sólo un cuerpo de conocimientos bien fundamentados y estructurados, sino también un paradigma de aproximación a la salud fundado en el respeto radical del terapeuta por la sabiduría intrínseca de cada persona (su médico interno, como lo llama el doctor Upledger)